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viernes, 4 de noviembre de 2016

Mi testimonio: La casa de mi bisabuela (María)

Aún tengo en mi mente una imagen de su cara sonriente con el pelo gris y su infinita paciencia ante sus bisnietos.

Había pasado poco tiempo desde que aquella señora de sonrisa eterna y agradable había fallecido.

Para mi madre, era su abuelita, para mí mi bisabuela.

Ella tenía una casa por la zona del colegio Jesús-María y en ella quedaban los ecos de tiempos pasados que según dicen mis padres, fueron mejores.

En esa casa anciana y descuidada por el paso del tiempo empezaron a suceder cosas extrañas.

Primero fue una ocasión en la que me encontraba yo en su cuarto jugando con mi hermano pequeño.

Algo golpeó la pared con fuerza. Tanto que nos detuvimos en seco.

Nos dirigimos al cuarto de baño, que era la otra habitación que había pegada a esa pared, pero allí no vimos nada ni a nadie.

Mi abuelo que era muy bromista, fue el que recibió todas nuestras reprimendas, ya que creímos que había sido él.

Pero siempre lo negó todo, no entendía que le echaramos la culpa.

Pocos días después, estábamos otra vez de paso en la casa de mi bisabuela, cuando la puerta de su habitación se cerro de golpe sola, sin que ninguna ventana hubiese provocado un paso de corriente de aire ya que estaban todas cerradas.

Pero lo más curioso que vivimos en esa casa fue que mi padre que tuvo que ir allí para hacer alguna gestión, cerró la puerta de portazo, sin girar la llave para que el bulón diera tres vueltas.

El caso es que cuando mi abuela regresó de un viaje e intentó abrirla, se topó con que la puerta tenía echadas las tres vueltas, como hacía su madre cuando vivía.

De todo esto han pasado al menos cuatro años.

Pero cuando paso cerca de esa casa o estoy en su interior, siento la presencia de mi bisabuela, como si aún estuviera allí esperándome. Con su sonrisa eterna y su pelo gris.



¿Estás despierta? (EXPERIENCIA PARANORMAL)

Os voy a contar una historia anónima sobre voces misteriosas espero que os guste

Att:Elena


Mi historia comienza una noche cuando me encontraba en casa. 
Estaba en el segundo piso completamente sola, mis padres se encontraban abajo, mientras tanto yo navegaba en Internet hasta que fuese hora de ir a dormir. No me fijé en la hora así que para cuando me di cuenta ya eran las 23:50, tenía algo de sueño pero aún quería seguir en la computadora, además, ya que era fin de semana no me preocupaba levantarme temprano, así que decidí quedarme un rato mas en la computadora, mis padres se fueron a dormir. 
Cuando faltaban solo 5 minutos para la una de la mañana algo comenzó a suceder, comencé a escuchar aullidos de perros, que cada vez parecían estar mas cerca, y el techo de mi casa comenzó a estremecerse por el fuerte viento que correría, no niego que me asusté un poco, pero no le tomé mucha importancia, pues, pensé que todo estaba normal y nada sucedería, cuando de repente el reloj de mi cuarto toco la 1 de la mañana, repentinamente se fue la luz, entró un frío por mi cuerpo, me estremeció, entonces, en ese punto comencé a asustarme y decidí desconectar el computador por si acaso regresaba la luz, preferí ir a dormir, pero aún no me había lavado los dientes y no dormiría así, me dio bastante miedo ir, por aquella oscuridad al baño, pero aún así fui.
 Mientras me lavaba los dientes comencé a escuchar sonidos extraños en mi cuarto lo cual me asustó mucho, no quería entrar, sentía que algo aparecería y me asustaría, pero no podía ir al cuarto de mis padres ya que sería incómodo para ellos, así que, salí del baño y entre corriendo a la cama a taparme. Entonces lo que temía comenzó a suceder, comencé a sentir como se acercaban a un costado de la cama y mi corazón se comenzó a acelerar. De pronto una voz entre gruesa me susurro al oído.
 ¿estás despierta?
Justo en ese momento quería gritar pero no podía. Mi cuerpo estaba paralizado y sentí la necesidad de llorar, porque nadie sabía lo que me estaba sucediendo. Entonces comencé a sentir algo muy pesado sobre mi cuerpo, y unas manos como con especie de uñas largas comenzó a tirar de mis piernas, hice todo lo posible por intentar gritar, para que mis padres se despertaran y fueran a mi cuarto, pero era inútil.
Entonces, justo cuando pensé que esa cosa me llevaría, mi papá me levantó y me di cuenta que ya era de mañana. Pensé  ¿ que ha pasado?, mi padre comenzó a decir que me había quedado dormida frente al computador  y como no quería despertarme me llevó hasta la cama, sin embargo al levantarse escuchó que me estaba quejando y vino para ver que me pasaba, y como vio que aun estaba dormida me despertó. Luego recordé que había tenido algo de sueño la noche anterior y aún así quise quedarme despierta más tiempo, pero no me había dado cuenta en qué momento me quedé dormida.
No niego que me sentí aliviada y agradecida con mi papá por que había salido de esa horrible pesadilla. Me prometí a mi misma tratar de no quedarme hasta tan tarde en la noche.
Pero hubo algo muy raro, aquel día después de que mi papá me levantó, salí de la cama y miré mis piernas y extrañamente tenía moretones en forma de uñas.
Desde ese día duermo con la luz de mi cuarto encendida.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

El parking: María

Hoy os voy a contar una historia, que me contaron:

Era Viernes, y estábamos mi prima, mi hermano y yo cenando en un bar cenando tranquilamente, al lado del bar había un río y un parking. El parking tenía dos accesos: una rampa para los coches y unas escaleras para las personas.
Cuando terminamos de cenar, decidimos explorar un poco por el parking.
Cuando llegamos, bajamos por las escaleras, y al llegar al parking, oímos como las ruedas de un coche frenando de golpe, asustados subimos rápidamente las escaleras, pero después nos dimos cuenta de que es algo normal en un parking. Así que volvimos a bajar por las escaleras, y esta vez lo que oímos fue un grito de mujer, todavía lo recuerdo, era largo e intenso.
Así que fuimos corriendo y se lo contamos a nuestro tío, y él nos dijo que eran imaginaciones nuestras, así que volvimos a bajar, más tranquilos, pero esta vez por la rampa.
Al llegar vimos como tres siluetas de personas en medio del parking, pero seguimos andando creyendo que eran nuestros reflejos. Pero cuando estuvimos más cerca nos dimos cuenta de que no lo eran ya que no se movían. Así que salimos corriendo por la misma rampa.
Una vez más se lo contamos a nuestro tío, y este accedió a bajar con nosotros al parking. 
Estuvimos recorriendo todo el parking y no vimos nada.
Pero nosotros estamos seguros de que si no nos hubiese acompañado esas siluetas seguirían ahí.
Después de esto decidimos no volver a bajar.
Esa misma noche mi prima se quedó a dormir en mi casa. 
A la mañana siguiente, sobre las 11, nos acordamos de lo que os había sucedido la noche anterior. Así que decidimos investigar por internet. 
Descubrimos que, hace dos años, en ese mismo parking, un vehículo, cuyo conductor era de origen marroquí y se encontraba ebrio, había atropellado a una mujer y a su hijo de 13 años, acabando con la vida de ambos. Y el marido de la mujer, y padre del niño, al ver esto, se suicidó tirándose al río.
También descubrimos que varias personas, aseguraban haber visto las siluetas, y otras incluso, haber oído el grito de la mujer o las ruedas del coche.